Se inicia el Cuento
UNA COLECCIÓN LLENA DE EXITOS.
ÉRASE UNA VEZ... Se inicia el Cuento pero la historia la continúas tú
La intriga de luz en el taller, El príncipe mientras mira fijamente a los ojos a su esposa la reina y piensa, mi mayor alegría es mi pequeña hija, la princesa Úrsula. Úrsula era curiosa y juguetona, y adoraba explorar el viejo taller de talabartería que había pertenecido a su abuelo. Un día, mientras jugaba en el palacio, encontró unos zapatos de la reina, brillantes y adornados con hilos dorados. Sin pensarlo dos veces, se los puso y, al instante, una luz suave comenzó a brillar en el viejo cuarto del abuelo.
Intrigado por el resplandor, el príncipe se acercó al cuarto y vio a su hija girando y riendo. La luz parecía danzar a su alrededor, como si respondiera a la alegría de Úrsula. El príncipe recordó las historias que su padre le contaba sobre cómo cada par de zapatos que había creado contenía un poco de la magia del amor y la felicidad de quienes los usaban.
Decidido a entender el hechizo, el príncipe se sentó con Úrsula y le preguntó qué sentía al usar los zapatos. La pequeña sonrió y dijo: “Siento que puedo volar y que todo es posible”. El príncipe comprendió que la magia del legado no solo residía en las manos del talabartero, sino también en el corazón de quienes llevaban sus creaciones.
El príncipe contaba que cada historia vivida por su abuelo era una fuente de inspiración para sus creaciones: el simbolismo espiritual del jazmín, su encuentro con un sultán llamado Erik, hechizos y sembrados de Rapunzel, y una Cenicienta que se enfrentaba a cruzar el bosque encantado.”
A partir de ese día, el príncipe decidió enseñar a su hija Úrsula que siempre que encienda la luz del taller al llegar la tarde. Juntos podrán crear nuevos recuerdos, infundiendo en cada uno de ellos no solo habilidad, sino también amor y sueños. Así, el viejo taller se llenó de risas y luz, convirtiéndose en un lugar donde la magia del pasado se entrelazaba con las esperanzas de un mejor futuro.
